martes, 20 de mayo de 2014

Hocus Pocus - Mocus Pocus - habemus mierda



Retomando el tema del otro día parece que a lo largo de los siglos nuestra "defensa" contra esta ignorancia profunda en la que estamos sumidos, la inevitable muerte y que a esta complejísima máquina de la que formamos parte poco le importen nuestros sueños, anhelos y esperanzas mientras cumplamos el propósito de nuestra existencia que además realmente desconocemos ha sido crear esta sociedad tan compleja, en la que a diario y a lo largo de la historia se han ido materializando y vivido nuestros propios sueños; unos consiguiendo que su legado perdure y otros siendo completamente aniquilados. "Detrás de cada medalla concedida hay cien héroes anónimos" decía cierto autor. Bien, quede dicho como homenaje a los caídos.

Igual que los animales no humanos se devoran entre ellos o devoran el entorno durante incontables ciclos para que la naturaleza mantenga su equilibrio, nosotros hemos creado nuestro Edén a costa de hacer a mayores un mal uso y abuso de los recursos naturales del planeta y en aras de nuestra supervivencia el sacrificio de millones de animales. ¿Cuántos litros de sangre se secan al sol cada día que nace? Posiblemente la respuesta nos horrorizaría.

Lejos de terminar aquí la cosa, en nuestra sociedad, la riqueza que más se valora es la que más desigualmente está repartida, donde unos parásitos que se han agarrado a la cúpula desangran y devoran con fruición a sus congeneres, sin importarles nada, en un ciclo que se repite hasta la base, anteponiendo siempre el bienestar individual al colectivo, sin importar el precio que haya que pagar; tal vez por esto mismo, no se produzca el cambio tan necesario en nuestra sociedad.

En nuestro ignorante paraíso, vivimos una vida lo suficientemente larga para sacarle provecho, pero estamos muertos mucho tiempo. Este hecho en lugar de fomentar el avance de las ciencias y la cultura para beneficio de todos y para poder responder a las grandes preguntas produce el efecto contrario: Nos levantamos cada mañana pensando que esto será así para siempre, a pesar del recordatorio que nos va dando el espejo, intentamos abrir camino y sobrevivir mientras que unos pocos han aprendido a drenarnos y aprovecharse de tal forma del resto que inconscientemente hemos aprendido no solo a servirlos, sino a consentir todo a lo que nos someten de tal forma que rondamos el patetismo; La cúpula no cae, porque hay una base muy firme de gente ciega, sorda y muda, manipulada por los poderosos y anulados por las doctrinas de las religiones. Y los que se aprovechan de este Edén que hemos creado, se ríen alto, muy alto.

Me declaro hereje.